¿Es posible realizar una mudanza con las tres B: buena, bonita y barata? A menudo cambiarnos de vivienda es un quebradero de cabeza por todo lo que tenemos que trasladar de un lado a otro. Además del esfuerzo, el coste suele ser un problema añadido. Sin embargo, la modalidad de mudanza compartida puede ser la solución.
Si necesitas ahorrar costes en el transporte de tu mudanza y no te importa compartir el porte con otras personas, esta opción es para ti. A continuación te contamos las ventajas y los inconvenientes que puede conllevar.
Así podrás valorar si la mudanza compartida es lo que estás buscando para mover tus cosas de un lado a otro. Eso sí, lo más importante es contar con profesionales que garanticen la seguridad de los bártulos y cumplan con las condiciones acordadas.
Mudanzas compartidas: ¿Qué son y cómo funcionan?
Como ya estarás imaginando, las mudanzas compartidas es una forma de aprovechar un mismo transporte para mover bienes de distintas personas. Pueden ir a un mismo destino o formar un trayecto con paradas.
Por lo tanto, su funcionamiento es sencillo y cómodo para todas las partes. La empresa de mudanzas se desplaza hacia la primera parada, recoge los bártulos y se dirige hacia la segunda. Este proceso se repite tantas veces como clientes haya.
Estos clientes han tenido que contratar previamente este servicio donde se les informa de la ruta, los tiempos, así como de la entrega de sus bienes en sus nuevos destinos y otras condiciones relacionadas.
Las mudanzas compartidas, habitualmente, se demandan en trayectos largos. Sobre todo, en cambios de países e, incluso, continentes. Es decir, donde los portes pueden alcanzar un precio más alto.
Ventajas del transporte de bienes compartido
En las mudanzas no hay una fórmula perfecta para todas las personas. Cada uno demandamos un servicio personal que se adapte a nuestras necesidades. No obstante, las mudanzas compartidas han encontrado cierto equilibrio para satisfacer a distintas partes a un coste asequible.
Esta puede ser la principal de las ventajas de este modelo de transporte. Los gastos se dividen entre los contratantes. Por lo tanto, si el porte vale 100 euros y hay dos mudanzas, te puede costar la mitad.
Esto puede ser un ahorro considerable en mudanzas donde la distancia es muy larga y que incluyen varios transportes por mar, aire o carretera. Por lo tanto, es una cuestión que debe valorarse.
Además, y aunque no sea una de las primeras ideas que nos viene a la cabeza cuando estamos inmersos en una mudanza, es beneficioso para el medio ambiente. El transporte tradicional destina un vehículo por persona, lo que hace aumentar el número de emisiones de tóxicos al aire y lo que esto supone.
Sin embargo, cuando juntamos a varias de estas personas y organizamos rutas conjuntas se reduce la contaminación sin perjudicar al servicio. Sería, por tanto, una apuesta de valor para la empresa en el ámbito de la responsabilidad social corporativa.
¿Son las mudanzas compartidas siempre una buena opción?
Depende de lo que necesites. Esta es una respuesta comodín que puede aplicarse a casi todos los aspectos de la vida. Pero así sucede también en las mudanzas, dependiendo de las condiciones que pongamos puede ser, o no, una buena opción.
Los principales hándicaps de las mudanzas compartidas suele ser el tiempo entre la recogida y la entrega. Los plazos pueden alargarse semanas e incluso meses en algunas ocasiones. Esto se debe a que el transporte no partirá hasta estar completo y, además, debe realizar varias paradas.
Por lo tanto, si necesitas un servicio en fechas muy concretas esta opción no es para ti. Sin embargo, si los plazos no te preocupan puede ser una alternativa que te ahorre algo de dinero.